viernes, 14 de agosto de 2009

nuevo crimen


Frente al asesinato del comunero mapuche José Facundo Mendoza Collio, quien es muerto por la espalda por parte de efectivos represivos del Estado, instrumento de los grandes latifundistas y tras nacionales.

Este lamentable hecho ocurre en la recuperación de tierras por parte de la comunidad Requén Pillán, donde ocuparan el latifundio San Sebastián.

En este lamentable hecho se demuestra la confabulación de parte del Estado capitalista, en contra de los sectores más desposeídos y marginados. La acción represiva de desalojo fue autorizada por la justicia chilena quien encomienda a carabineros esta acción, en pos de la defensa de los intereses de las clases poderosas los dueños de Chile.

La zona mapuche como continuidad histórica de sus luchas, se encuentra en conflicto por la defensa de sus tierras, de su cultura e identidad, por su soberanía como pueblo nación.

La violencia ilegitima (que poco nos interesa) por parte de carabineros, ha sido nuevamente brutal en la defensa de los intereses de sus patrones, arrasando los derechos de un pueblo que se movilizan y luchan por la reivindicación de sus tierras y derechos. José Facundo Mendoza Collio se suma al asesinato de ; Alex Lemun, José Domingo Collihuinca y Matías Catrileo quienes han muerto como consecuencia de la acción criminal por parte del las fuerzas represiva, creando una zona militarizada en estos territorios, criminalizando la lucha popular y la dignidad de un pueblo.

La complicidad de los gobiernos concertacionista, encargada de las políticas de seguridad, se limitan a la protección de la propiedad de los poderosos, en contra de los intereses del pueblo, se entran en disputa entre la propiedad privada y el derecho a la vida colectiva, la opción del poder ha sido clara, velar la propiedad privada de unos pocos, nada sirve las lamentaciones y lagrimas de cocodrilos, queda claro donde están sus intereses.

Frente a la injusticia, al crimen y la cobardía, por parte del Estado Manuel no puede quedarse indiferente ante la injusticia, la denuncia, la movilización y la lucha, es deber de todo revolucionario.
Llamamos al pueblo organizado, a generar lazos de unión con las comunidades en conflicto; generar asambleas populares; buscar caminos de lucha con avances a una confrontación contra la injusticia.

La solidaridad se expresa en hechos, no solo lamentaciones

Nuestro único caminos: Lucha!!

Manuel Cabalga de Nuevo

actividad 30 aniversario


Manuel Cabalga de Nuevo
invita a una conversación y celebración de los 30 años de la revolución sandinista, se contará con la participacion de la Sr. embajadora de Nicaragua en Chile Maria Robleto.
Recordando el papel que tantos compatriotas chilenos, que supieron cumplir con el deber de todo revolucionario... Hacer la revolución
Viernes 21 de agosto 19 : 00 hrs
espacio cultural llolleo sucre485
por una América libre, soberana y socialista
Manuel Cabalga de Nuevo

martes, 4 de agosto de 2009

revolución sandinista


Compañeros compañeras
Hermanos hermanas

Hoy estamos acá para conmemorar, recordar y celebrar un nuevo aniversario de la heroica revolución sandinista.
Saludamos a la Nueva Escuela como impulsor del protagonismo del pueblo, instrumento necesario para la búsqueda del saber y de la autoconstrucción, manteniendo la autonomía de la organización social frente a la organizaciones políticas tradicionales históricamente manipuladoras.
Al conmemorarse treinta años del triunfo revolucionario en Nicaragua, Manuel cabalga saluda al pueblo de Sandino y al FSLN. Esta heroica gesta triunfante trajo una nueva esperanza para los pueblos del continente, plagados en ese entonces, por brutales dictaduras militares., en especial en chile bajo la bota de la dictadura pinohetista
Así todo centro América se convirtió en un volcán revolucionario que la mano criminal del imperio del norte atacó sin ninguna contemplación. Con la aplicación de la guerra de baja intensidad, con operaciones que financió y montó la contra nicaragüense, desarrolló el genocidio en Guatemala, intervino directamente en El Salvador, ocupó militarmente Honduras y culminó invadiendo Granada y Panamá.
El pueblo nicaragüense padeció una guerra impuesta por Norteamérica durante 16 años, hasta 1990, la que ocasionó pérdidas humanas y económicas irreparables.
Un 19 de Julio, hace 30 años, el hermano pueblo de Nicaragua protagonizó uno de los momentos más importantes de la historia de su patria, como la de toda América. Un incontenible pueblo se alza en la insurrección popular, con la bandera rojinegra del FSLN a la vanguardia, puso fin a 50 años de cruel dictadura somocista. El pueblo nicaragüense, harto ya de que a diario, desde el Estado y desde las derechas, fueran violentadas sus más elementales derechos, se alzó contra la opresión y supo vencerla.
Sin embargo, aquel triunfo revolucionario no significó sólo el derrocamiento del tirano Anastacio Somoza. Fue mucho más allá que sólo eso. Implicó, sobre todo, la caída de un modelo de Estado capitalista y la factibilidad de la derrota de una dictadura. Significó la pérdida del poder para una burguesía que nunca entendió que, si no cedían en el disfrute de sus privilegios, el pueblo mismo se los arrebataría, tal y como ocurrió. E implicó, entonces, el ascenso al poder para el propio pueblo y sus legítimas organizaciones. Se volvió realidad la estrofa del himno sandinista, en la cual, con hidalguía, se afirma que:
“…nuestro pueblo es el dueño de su historia, arquitecto de su liberación…”La victoria popular, permitió el inicio de un período de 10 años dedicado a la construcción de una sociedad diferente, basada en la equidad, de acceso de todos y todas al disfrute de los bienes y servicios sociales, de ejercicio de libertades y derechos, de real participación ciudadana. Una nueva sociedad en la que los ricos ya no podían hacer lo que les daba la gana, sino que eran el pueblo y sus organizaciones quienes llevaban la voz cantante. Por eso, es correcto llamar a ese período “la época revolucionaria”. Fue un período de profundas y positivas transformaciones en lo social, en lo político, en el campo económico y en el cultural.
El pensamiento que inspiró esta Revolución fue el de Augusto C. Sandino. Un ideario político que se fundamenta en el desafío a los poderosos y el compromiso con los pequeños y los débiles. Que se basa en el rechazo rotundo a una clase política corrupta y no representativa. Tal como lo plantea el mismo sandino:
“…cuando un gobierno no corresponde a las aspiraciones de sus connacionales, éstos, que le dieron el poder, tienen el derecho de hacerse representar por hombres viriles y con ideas de efectiva democracia, y no por mandones inútiles, faltos de valor moral y de patriotismo, que avergüencen el orgullo de una raza”.
De igual manera, el compromiso ético fue uno de los pilares sobre los cuales se fundamentaron el pensamiento y la práctica sandinista. Ética entendida desde una perspectiva revolucionaria y auténtica, antípoda de la doble moral que pregona el modelo capitalista.
Y debe agregarse, como un tercer bastión del pensamiento de Sandino, la profunda convicción anti-imperialista que lo guió, y que lo llevó, tras duros años de lucha, a vencer a las tropas extranjeras que habían invadido su suelo patrio:
Sobre la base de las ideas sandinistas, el pueblo de Nicaragua, a partir del 19 de Julio del 79, inició la construcción de una sociedad diferente, justa. La naciente revolución se gestaba en un marco de esperanzas y de alegría popular. Parida desde el seno del pueblo, fue forjada con los sueños que, durante siglos, le fueron postergados por la fuerza al propio pueblo.
En los mismos inicios de la Revolución lograron, gracias a una imponente y juvenil Cruzada de Alfabetización, reducir el analfabetismo desde un 87% hasta apenas un 12.5%. Decenas de miles de manos juveniles empuñaron el libro y el lápiz e invadieron cada rincón del país, con una mochila al hombro llena de letras y de esperanzas.
Se garantizaron, desde el Gobierno Revolucionario, la gratuidad y el pleno acceso de la población a servicios de educación y de salud.
Nos sentimos orgulloso del desempeño que realizaron nuestros compatriotas, que desde una óptica visionaria Fidel Castro y la revolución cubana impulsan su profesionalismo como soldados de América, aún resuena en la memoria y en el ejemplo las batallas del frente sur, posteriormente en la lucha contra los bandidos, mercenarios del imperio, que hostigaban las fronteras boicoteando la economía de la insipiente revolución.
La sangre de chilenos se entrelaza los miristas, socialistas y comunistas logrando la tan añorada unidad en la acción, que hoy en día hace tanta falta.
El ejemplo de la revolución sandinista para chile, que se enfrentaba a una de las dictaduras más crueles de América aún no ha tenido su justo y necesario valoración.
Al transcurrir duros años de lucha, las teorías y doctrinas llamaron a bajar los puños, a la claudicación, pero los pueblos y los verdaderos revolucionarios con firmeza han continuado la lucha, porque el lema de Sandino: “Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán”, ésta es la máxima que se mantiene en toda nuestra América latina e indígena vigente.
El imperio trato de borrar la Revolución Sandinista, no fue más que un burdo espejismo del neoliberalismo. Los tres gobiernos de la derecha neoliberal dejaron 17 años perdidos, sin existir guerra o agresión internacional, aumento el retroceso social donde el 78% de la población quedó condenada a vivir con menos de dos dólares diarios
El triunfo electoral del FSLN, en el 2006, el pueblo nicaragüense sabe que el futuro no puede estar sujeto a los ofrecimientos del imperio del norte o de las oligarquías criollas, sabe que solo persistiendo en los objetivos de la justicia social, la democracia participativa y la movilización permanente de las masas se logran las victorias verdaderas.

Gloria eterna a los caídos en las tierras de Sandino
Gloria eterna a la revolución sandinista
Porque la patria es el pueblo, todo para la PatriaManuel Cabalga de Nuevos